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La detección consiste en la identificación en una población de personas que presenten discapacidad auditiva. Para ello, se necesita la realización de varias pruebas que pueden requerir, o no, la intervención activa del sujeto. El interés de estas investigaciones es el de realizar un diagnóstico rápido, es decir, simplemente la identificación de la existencia de la patología. A continuación, es posible adaptar una rehabilitación de acuerdo a la pérdida auditiva, la edad o a los eventuales trastornos asociados.
Selección en función de la edad
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La sordera puede ser identificada desde el nacimiento de forma rápida, indolora y automatizada. De esta forma se detecta la sordera en los niños, espcielmente aquellos que son individuos de riesgo (antecedentes familiares etc.). En algunos países europeos (en España en la mayoría de la Comunidades Autónomas) existen programas de detección precoz de la sordera al nacimiento. |
En los colegios, la medicina escolar está capacitada para detectar problemas auditivos, durante las visitas regulares que se realizan. Mientras tanto, los padres del niño y sus médicos pueden detectar una posible pérdida auditiva prestando alguna atención al comportamiento del niño.
Por último, en el adulto, la detección de las alteraciones auditivas debe realizarse desde los 45-50 años dentro de las evaluaciones de Medicina Preventiva Laboral, sobre todo si se realizan trabajos en situaciones de riesgo (trabajo en ambientes ruidosos, militares, ...). También se debe de realizar en esa edad cuando se realice cualquier consulta de Otorrinolaringología. En los adultos que estén afectados por alteraciones cognitivas, el tratamiento precoz de las pérdidas auditivas puede retrasar el desarrollo de las enfermedades neurológicas ...
Métodos utilizados para estudiar la función auditiva
Lorsque le dépistage décèle un risque de déficience auditive, des tests réalisés dans un cadre plus spécialisé permettent de définir les caractères de la surdité, si surdité il y a, et de déterminer la réhabilitation la plus adaptée.
Chacun des tests décrits ci-dessous renseigne de manière différente sur l’état des capacités auditives. Par conséquent, ils sont fréquemment associés par le médecin afin de poser le diagnostic le plus prècis possible.
Las emisiones otoacústicas (OEA) u otoemisiones
Es la prueba de detección universal que se utiliza en el nacimiento, es una prueba rápida e indolora. Una sonda, del tamaño de un pequeño auricular, se coloca en el conducto auditivo externo, recoge la información que refleja el estado de actividad de algunas de las células sensoriales fundamentales para la audición. Una respuesta negativa a las prueba de detección de sordera deben ser confirmadas para comprobar el diagnóstico de la pérdida auditiva, y sobre todo para evaluar la severidad de la misma.
En los adultos y niños mayores de cinco años, se puede practicar de una manera más completa y precisa, porque el sujeto es capaz de entender mejor y centrarse en el hecho de si escucha o no un sonido.
Por lo general, el rango de frecuencia que se estudia se encuentra entre los 125Hz (graves) y los 8.000 Hz (agudos).
La audiometría tonal también tiene como objetivo el de servir como prueba de detección. Tanto en la medicina escolar como en la laboral sirve para identificar a los individuos potencialmente sordos.
Nota: Tenga en cuenta que cada una de estas pruebas proporciona una información diferentes sobre el estado de la capacidad auditiva. Por lo tanto, el especialista en Otorrinolaringología debe utilizar varias de ellas para alcanzar el diagnóstico más preciso que sea posible.
Los grados de sordera
Las pruebas de detección (ya se han descrito las más comunes) permiten caracterizar el tipo de sordera (véase " ¿Qué es una sordera?") pero también sirven para determinar su importancia o grado.
Según la Oficina Internacional de Fonoaudiología, el grado de sordera corresponde al umbral promedio en dB, obtenido mediante audiometría tonal para las frecuencias de 500, 1000, 2000, 4000 Hz. Por ejemplo, el grado de pérdida auditiva del paciente cuyo umbral se representa más arriba en el apartado de audiometría tonal sería: (0 +5 +10 +70) / 4 = 21,25 dB ; lo que significa una pérdida auditiva leve.
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Tenga en cuenta que la sordera no se mide nunca en porcentajes sino en dB de pérdida. Decir que se tiene una pérdida auditiva del 50% no significa absolutamente nada. Lo correcto es decir, por ejemplo, el paciente tiene una pérdida auditiva de 50dB.
Además, es importante tener en cuenta que el grado de pérdida auditiva no puede limitarse a esta medida aritmética, se debe considerar el grado de discapacidad y de incomodidad que expresa el paciente y su familia.
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