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La audición, como cualquier sensación, es el resultado del trabajo conjunto de dos elementos : el órgano sensorial, el oído que capta el sonido y lo transforma en mensaje neural, y el cerebro auditivo, que decodifica el mensaje para comprender la percepción. Un oído sin cerebro es como un micrófono sin conectar. Por otra parte, sin oído ni siquiera nos podríamos imaginar lo que es un sonido
Representación esquemática de la "pareja" órgano de los sentidos / cerebro
Seis órganos de los sentidos captan los estímulos externos (observe, de paso, que hay que terminar con la noción arcaica de "los cinco sentidos"!). Son : el ojo (la visión), la nariz (el olfato), la boca (el gusto), la superficie de la piel (tacto o sensibilidad general) y el oído interno en el que se encuentra dos órganos (la cóclea para audición y el vestíbulo para el equilibrio).
Su principio de funcionamiento es similar: captan el estímulo (físico o químico) y lo codifican en mensajes nerviosos que alcanzan el cerebro por los nervios específicos. En el cerebro, diferentes niveles o núcleos (C1, C2, C3) analizan el mensaje, lo decodifican para generar una percepción en la corteza cerebral.
Dos ejemplos se detallan a continuación para la sensación auditiva (compárese con el vídeo de arriba) y la visión.
Cliquez sur les deux exemples détaillés ci-dessous pour la sensation visuelle et la sensation auditive.
Observe que, en el cerebro, los centros especializados para la sensación visual son diferentes de los centros auditivos. Es lo mismo para el resto de las sensaciones. De este modo podemos establecer un verdadero "mapeo" de las sensaciones del cerebro.
Animación que muestra la cooperación del oído y el cerebro
El sonido es captado por el oído externo, amplificado por el oído medio y transmitidas al oído interno o cóclea, que convierte las vibraciones de sonido en mensajes nerviosos. El nervio conduce este mensaje codificado (es decir, con los atributos del sonido: débil o fuerte, garve o agudo, breve o largo, etc.) a diferentes estructuras cerebrales que se encargan de la decodificación para producir una percepción : ¡ yo oigo !
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